lunes, 9 de diciembre de 2013

Born to be wine

No soy muy fan del vino pero en el Bar Brutal (Can Cisa) me hubiera terminado la bodega entera. Una bodega repleta de vinos "naturales y libres".
El camarero, un encanto de chico, me sorprendió con su talento preguntón para saber qué vino era el que más me gustaría; y no se si ese día estaba facilona, pero la clavó con las tres botellas que trajo.
Para no salir de allí del revés, pedimos también unas tapitas. No tardes mucho en elegir, te pongan lo que te pongan vas a vibrarla: ostras, quesos italianos y ventresca de atún, entre otras. Siempre destilando calidad e influencia italiana, de la mano de Max Colombo (propietario del restaurant Xemei).
El local es muy amplio, tiene entrada por la calle princesa y otra por Barra de ferro. Luz ténue y decoración  muy singular. Si quieres estar tranquilo ves antes de las 20h, después empieza la acción y seguramente tendrás que esperar un buen rato para sentarte.
Si es así, espera. Valdrá la pena.













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