Aprovechando que hace tiempo que viven allí les pregunté por algún sitio bonito donde ir a desayunar y me dijeron rápidamente Highness café & Tea room. Creo que me tienen muy pillada.
Allí me dirigí y efectivamente, ¡me la habían clavado! Justo lo que tenía en mente: un lugar encantador con repostería handmade y tes deliciosos.
El dueño nos explicó que los pasteles los hacía su hija pequeña. Elegimos el mítico carrot cake y uno a base de pasta de sésamo (¡¡¡mmm!!!) Nos los sirvió en unos platos de porcelana con florecitas de los que me enamoré y los devoramos en las mesitas (antiguas máquinas de coser) junto con el mejor té que he probado hasta la fecha. Un chai latte que me supo a gloria.
Así que si vais por Londres, daros el gusto.
Fotografía: Raquel Celma
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