El interior es muy acogedor, pese a que tienen salas enormes donde todos los sábados se preparan los brunch. Mesas repletas de bandejas de comida que quita el hipo.
Yo me pedí un té de las mil y una noches, y ellos me regalaron un croissant. Me dijeron que no me podía ir sin probarlo y suerte que les hice caso. Brutal. Os lo recomiendo.
Tienen menús aptos para todos los bolsillos, tanto para desayunar como para almorzar, y sus huevos Dumphy son una de sus especialidades.
El brunch me queda pendiente, pero aún y así lo encontré un rincón precioso para disfrutar de un simple (o no tanto) café.
Shoes: Vans I Jeans: Bershka I Jacket: H&M I Body: Blanco
Fotografía: Natalia Celma
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